miércoles, 2 de mayo de 2012

Novela


NOVELA
La novela es, según la RAE, una obra literaria en prosa en la que se narra una acción fingida en todo o en parte y cuyo fin es causar placer estético a los lectores con la descripción o pintura de sucesos o lances interesantes, así como de caracteres, pasiones y costumbres. La vigesimotercera edición del Diccionario de la lengua española de la RAE la define de manera más general como una "obra literaria narrativa de cierta extensión" y como un "género literario narrativo que, con precedente en la Antigüedad grecolatina, se desarrolla a partir de la Edad Moderna".1 La novela se distingue por su carácter abierto y su capacidad para contener elementos diversos en un relato complejo. Este carácter abierto ofrece al autor una gran libertad para integrar personajes, introducir historias cruzadas o subordinadas unas a otras, presentar hechos en un orden distinto a aquel en el que se produjeron o incluir en el relatos textos de distinta naturaleza: cartas, documentos administrativos, leyendas, poemas, etc. Todo ello da a la novela mayor complejidad que la que presentan los demás subgéneros narrativos.
Características
Las bases de una novela son las siguientes:
§  Una narrativa extensa: las novelas tienen, generalmente, entre 60,000 y 200,000 palabras, o de 300 a 1.300 páginas o más.
Aquí radica la diferencia con el cuento. Existe una zona difusa entre cuento y novela que no es posible separar en forma tajante. A veces se utiliza el término nouvelle o novela corta para designar los textos que parecen demasiado cortos para ser novela y demasiado largos para ser cuento; pero esto no significa que haya un tercer género (por el contrario, duplicaría el problema porque entonces habría dos límites para definir en lugar de uno).
Hay otras diferencias entre novela y cuento: la novela aparece como una trama más complicada o intensa, con mayor número de personajes que además están más sólidamente trazados, ambientes descritos pormenorizadamente, etcétera.
§  Es de ficción, lo que la hace diferente de otros géneros en prosa como la historia o el ensayo.
§  En prosa, lo que la separa de los relatos ficticios extensos en forma rimada. No obstante, Eugenio Oneguin, de Aleksandr Pushkin, se considera una novela, aunque está en verso.

EJEMPLO:

LA CORNETA DE LLAVES
Querer es poder.
I

Don Basilio, ¡toque V. la corneta, y bailaremos! Debajo de estos árboles no hace calor...
--Sí, sí..., D. Basilio: ¡toque V. la corneta de llaves!
--¡Traedle a D. Basilio la corneta en que se está enseñando Joaquín!
--¡Poco vale!...--¿La tocará V., D. Basilio?
--¡No!
--¿Cómo que no?
--¡Que no!
--¿Por qué?
--Porque no sé.
--¡Que no sabe!...--¡Habrá hipócrita igual!
--Sin duda quiere que le regalemos el oído...
--¡Vamos! ¡Ya sabemos que ha sido V. músico mayor de infantería!...
--Y que nadie ha tocado la corneta de llaves como V...
--Y que lo oyeron en Palacio..., en tiempos de Espartero...
--Y que tiene V. una pensión....
--¡Vaya,[14-9] D. Basilio! ¡Apiádese V.!
--Pues, señor.... ¡Es verdad! He tocado la corneta de llaves; he sido una... una _especialidad_, como dicen ustedes ahora...; pero también es cierto que hace dos años regalé mi corneta a un pobre músico licenciado, y que desde entonces no he vuelto... ni a tararear.
--¡Qué lástima!
--¡Otro Rossini!
--¡Oh! ¡Pues lo que es esta tarde, ha de tocar usted!...
--Aquí, en el campo, todo es permitido....
--¡Recuerde V. que es mi día, papá abuelo!...
--¡Viva! ¡Viva! ¡Ya está aquí la corneta!
--Sí, ¡que toque!
--Un vals....
--No..., ¡una polca!...
--¡Polca!... ¡Quita allá! ¡Un fandango!
--Sí..., sí..., ¡fandango! ¡Baile nacional!
--Lo siento mucho, hijos míos; pero no me es posible tocar la corneta.
--¡Usted, tan amable!...
--Tan complaciente...
--¡Se lo suplica a V. su nietecito!...
--Y su sobrina....
--¡Dejadme, por Dios!--He dicho que no toco.
--¿Por qué?
--Porque no me acuerdo; y porque, además, he jurado no volver a aprender....
--¿A quién se lo ha jurado?
--¡A mí mismo, a un muerto, y a tu pobre madre, hija mía!
Todos los semblantes se entristecieron súbitamente al escuchar estas palabras.
--¡Oh!... ¡Si supierais a qué costa aprendí a tocar la corneta!...--añadió el viejo.
--¡La historia! ¡La historia! (exclamaron los jóvenes.) Contadnos esa historia.
--En efecto.... (dijo D. Basilio.)--Es toda una historia. Escuchadla, y vosotros juzgaréis si puedo o no puedo tocar la corneta....
Y sentándose bajo un árbol rodeado de unos curiosos y afables adolescentes, contó la historia de sus lecciones de música.
No de otro modo, _Mazzepa_, el héroe de Byron, contó una noche a Carlos XII, debajo de otro árbol, la terrible historia de sus lecciones de equitación.
Oigamos a D. Basilio.

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